Origen del ajo ¿qué es el ajo?
El ajo procedente de la especie Allium Sativum, es una planta medicinal ubicada tradicionalmente en la familia de las liliáceas, a la cual pertenecen también productos tan conocidos como los puerros o las cebollas. La planta de donde proviene, se caracteriza por no tener ni tallo ni flores, naciendo sus hojas del bulbo subterráneo. Dicho bulbo, forma una cabeza dividida en diferentes gajos, los llamados comúnmente como “dientes de ajo”, pudiendo contener cada cabeza de 6 a 12 dientes. La plantación de ajos se realiza normalmente a mediados de los meses de inviernos o principio de los de primaveras, siendo la recolección en el mes de Agosto.
Los primeros orígenes sobre el cultivo del ajo se remontan al siglo VII a.C. en la India y sobre su utilización con fines medicinales en la época del Antiguo Egipto, aunque no fue hasta la época del Imperio Romano cuando llegó el ajo a Europa, convirtiéndose hasta nuestros días en un producto de referencia, cotidiano y esencial en nuestra gastronomía desde entonces. Una de las grandes ventajas a día de hoy en el mundo del ajo, es el tratamiento de deshidratación que se le aplica a esta joya culinaria, con el fin de alargar su vida útil con todas sus propiedades nutritivas intactas manteniendo su aspecto, olor y sabor natural.
Propiedades medicinales del ajo, ¿Qué nutrientes contiene el ajo?
- El ajo contiene un alto valor nutritivo, que contrasta con el bajo número de calorías en su composición.
- El ajo contiene alicina, siendo esta una de las principales razones por la cual permite que esta especia contenga unas excelentes propiedades medicinales a tener en cuenta. Cada diente contiene aproximadamente un 0,3% de aceite esencial, causante de la alicina, que se produce al machacar/masticar el ajo fresco, transformándose rápidamente en compuestos azufrados volátiles que le aportan ese olor y sabor tan característico.
- También esta especia contiene fructosanas, que alimentan la microbiota intestinal, favoreciendo a una óptima salud.
- Destacar también las vitaminas del ajo (A, B1, B2, B6 y C) y minerales (yodo, fósforo y potasio).
Beneficios del ajo para salud, ¿para que es bueno el ajo?, ¿qué aporta el ajo?
- Ayuda a mejorar la coagulación sanguínea, actuando como antiagregante plaquetario (impide la tendencia excesiva de las plaquetas sanguíneas a agruparse formando coágulos) y como fibrinolítico deshaciendo la fibrina, contribuyendo a la protección del sistema cardiovascular.
- Ingerido de forma regular produce un descenso de la tensión arterial, tanto de la máxima como de la mínima, actuando como hipotensor.
- Contribuye a la disminución del nivel del colesterol “malo” (LDL) en sangre, actuando como hipolipemiante.
- Favorece a un aumento del rendimiento deportivo, mejorando la capacidad de trabajo y reduciendo la fatiga, gracias a sus propiedades energéticas.
- Debido a sus propiedades antioxidantes ayudan a disminuir el daño celular, provocando una disminución en el envejecimiento y estimulando las defensas.
- Gran aliado para combatir los tanto los procesos gripales y catarrales, como las infecciones (urinarias, intestinales, etc.) debido a sus propiedades antisépticas.
- Ayuda a regular el nivel de glucosa en sangre, actuando como hipoglucemiante.
- Podría contribuir a la mejora del tejido óseo, debido a un aumento de los niveles de estrógeno al digerir este, aunque esta propiedad sea continúa estudiando.
¿Cómo preparar el ajo para que no pierda las propiedades medicinales?
Cómo se comentaba anteriormente la alicina, es la principal protagonista causante de las fantásticas propiedades del ajo, pero esta no está como tal. Sólo al cortarlo y/o machacarlo y al mezclarse la aliína y la alinaza se transforma en la famosa alicina. Por ello, una de las recomendaciones es que el ajo que vayamos a cocinar, una vez cortado/machacado lo dejemos sobre unos 10 minutos para dejar tiempo para aumentar la generación de alicina, eso hará que llegue más cantidad a nuestro organismo y con ello más propiedades que favorezcan a nuestra salud.
Otros de los consejos que debemos tener en cuenta, es aquel que nos marca el refranero tradicional: “ajo cocido, ajo perdido”, significando que una de las maneras menos recomendables de cocinar el ajo es por ejemplo cocinándolo en el microondas o dejándolo freír demasiado en la sartén.
Finalmente destacar la polivalencia de este magnífico aderezo en cuanto a las diferentes formas en que te las puedes encontrar en el mercado: ajo en polvo, ajo molido, ajo en pasta o ajo en escamas. Esta diversidad, permite que la pueda utilizar desde una empresa de alimentación para condimentar sus productos, hasta la posibilidad de poderla tener en tu casa para cocinar todo tipo de platos ya que marida bien con prácticamente todo tipo de carnes, pescados, pastas, estofados y guisos en general.
Buenas combinaciones con ajo
El ajo puede tomarse de muchas maneras formando parte de infinidad de recetas culinarias, aunque aquí destacaremos las que más convienen desde el punto de vista medicinal:
- Untar ajo en pasta en 3 tostaditas de pan, preferiblemente por la mañana.
- Decocción de ajo en escamas, hirviendo 25-30 escamas en un litro de agua durante 5 minutos. Tomar 3 tazas diarias. De esta forma se pierden parte de sus propiedades, pero se evita el mal aliento,
- Ajoaceite (ajiaceite, alioli): Es quizá la mejor forma de administrar el ajo. Se obtiene por emulsión de ajo en pasta en aceite de oliva, hasta lograr una masa pastosa y homogénea similar a la mayonesa.
- Enemas: Muy útiles contra los parásitos intestinales. Se preparan mezclando 2 o 3 cucharadas de ajoaceite en un litro de agua tibia.
Aunque también se debe destacar el uso del ajo:
- En industria suele utilizarse más tanto el ajo en polvo como el ajo en pasta, para la fabricación de carnes, embutidos, quesos, panes, salsas, etc.
- En hostelería está más extendido el uso del ajo granulado, debido a su modo de empleo sencillo, eficaz y rápido a la hora de poderlo añadir a todo tipo de platos.
Curiosidades del poder del ajo
- Los faraones de Egipto, se les daba ajos a los esclavos constructores de pirámides para que recobraran energía y resistieran la enorme carga de trabajo.
- Es recomendado en los tratamientos naturales para dejar de fumar, ayudando a vencer las ganas debido al peculiar olor que otorga al aliento.
- En la Edad Media, los médicos utilizaban una mascarilla impregnada en ajo para asistir a los enfermos, especialmente a los que padecían de peste. También introducían un diente de ajo crudo untado en aceite por el ano, a modo de supositorio. De esta forma se aliviaba el picor anal a los enfermos de la época, produciéndose un marcado efecto vermífugo.
- Puede actuar como pesticida natural, un eficiente repelente casero contra insectos, bacterias y hongos.
- Es un fantástico “callicida”, aplicando un ajo machado/molido sobre el callo, sujetándolo con un apósito o tirita, ablandándolo y desinflándolo para poder ser extirpado con mayor facilidad.
- En la antigua Grecia, se consumía para evitar enfermedades como el cólera o el tifus. Siendo utilizada también en sus famosos juegos olímpicos como energizante natural.
- Es utilizado para la fabricación de piensos de caballos, principalmente en verano contribuye en el sudor de estos actuando como repelente de todo tipo de insectos.
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